Hace ya mas de un par de años que con mis amigos nos preparamos con todo para este magno evento. La primera vez, pagamos el noviciado. Estacionamiento terrible, filas eternas para comprar entrada y hambre al por mayor. Ahora ya nos preparamos mejor, nos vamos a la parcela un día antes y nos preparamos física y mentalmente para el desafío.
Este año todo funciono de maravillas, las mentes brillantes decidieron poner en venta las entradas, así que todos llegamos al estacionamiento gigante de los bomberos, no hicimos fila eterna y llegamos y pasamos. Llegamos tempranito, miramos y degustamos cervezas, hasta que encontré mi bendita GuldenDrak y ahí me quede, como enterrada en ese stand. La cosa es que para alguien que le gusta degustar sabores distintos, es la raja, y para quienes somos fieles y nos gusta emborracharnos solo con una, también es la raja. Aparte, stand de comidas, habían unos choripanes demasiado ricos, lomitos, sushi, pizzas, cordero y un largo etc de comidas. Lo bueno es que a pesar de estar lleno de borrachos, las peleas y dramas de borrachos son pocas, hay lugares para sentarse con sombra, eso si que llegando temprano, y si bien fallan en los baños (son muy pocos), siempre hay una forma de arreglarselas. Mucha gente, filas para lograr una cerveza, pero la verdad, lo vale demasiado!.
Si usted no fue al Oktoberfest, que espera? hoy y mañana ultimo día, y si no va, perdón, pero no sabe nada de la vida...
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