No solo los aromas nos remontan a situaciones pasadas. Cada vez que como un palmito me traslado a años atras, y veo la tremenda vista al salto chico, el Pehoe, las nubes y el viento. Ese aroma tan particular de las Torres del Paine, y la sensacion de que todo daba lo mismo porque estar alla es estar en un bosque mitago, un mundo paralelo.
Quisiera comer palmitos todo el dia, o mejor, despertarme alla todos los dias.
domingo, 11 de julio de 2010
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